INTRODUCCIÓN
T
|
odo el conjunto de los elementos que el hombre puede obtener y
aprovechar de la Tierra recibe el nombre de recursos naturales.
Estos recursos
frecuentemente existen en cantidades exactas o son consumidos mucho más rápido
de lo que la naturaleza puede recrearlos.
Para el mantenimiento de la vida, así como para asegurar el
desarrollo de la sociedad, la ciencia y la técnica, se dividen en dos grupos: renovables y no renovables.
Un recurso renovable es aquel que se puede volver a
regenerar, producir o reutilizar a una velocidad superior a la del consumo
por los seres humano y que no corren peligro de agotarse a largo plazo.
Algunos de los recursos no
renovables son: el petróleo, minerales, metales, gas natural, depósitos de agua
subterránea, radiación solar, mareas, viento y la energía hidroeléctrica
Y entre los Recursos
renovables encontramos el suelo, las plantas, los animales, el agua y otros
elementos, son indispensables para la vida.
Por esta razón debemos
cuidar estos recursos y usarlos con responsabilidad para la conservación y
protección del medio ambiente
ELECCIÓN DEL TEMA
¿Por qué son importantes los
recursos naturales?
|
El medio ambiente es la fuente de todos los recursos naturales
utilizados por el hombre de hoy, y es indispensable tener una actitud de
defensa, protección y mejoramiento hacia él.
Los recursos naturales tienen gran importancia
para la familia, pues hacen posible la satisfacción de las necesidades
vitales como la alimentación, el vestido, el calzado, la salud y la
vivienda...
|
DELIMITACIÓN
La delimitación
en el tema de los recursos renovables y
los no renovables en el aspecto ecológico es que no podemos hacer nada al
respecto con el calentamiento global, tan solo el disminuirlo pues al generar
diversas acciones generamos contaminación. Siempre generaremos basura, tenemos
que gastar agua mas no desperdiciarla, tenemos que usar objetos ruidosos pero
no dejarlos conectados; el punto es que no podemos dejar de contaminar al mundo
sino que hay que disminuir estos aspectos contaminadores.
JUSTIFICACIÓN
Las actividades productivas también pueden afectar los
recursos naturales. Este es el caso de las industrias que vierten sus desechos
tóxicos en los ríos cercanos, lo que provoca la muerte de los peces, dañando de
esta manera un recurso que es el agua y perjudicando otra actividad productiva
como la pesca.
Los recursos naturales se dividen en:
·
Renovables
·
No renovables
·
inagotables
Los recursos naturales renovables :
son aquellos que, con
los cuidados adecuados, pueden mantenerse e incluso aumentar. Los principales
recursos renovables son las plantas y los animales. A su vez las plantas y los
animales dependen para su subsistencia de otros recursos renovables que son el
agua y el suelo.
Aunque es muy abundante el agua, no es recurso permanente
dado que se contamina con facilidad. Una vez contaminada es muy difícil que el
agua pueda recuperar su pureza.
El agua también se puede explotar en forma irresponsable.
El suelo también necesita cuidados. Hay cultivos, como el
trigo, que lo agotan y le hacen perder su fertilidad. Por ello, es necesario
alternar estos cultivos con otros para renovar los elementos nutrientes de la
tierra, por ejemplo con leguminosas como el fríjol.
Los recursos naturales no renovables:
son aquellos que
existen en cantidades determinadas y al ser sobreexplotados se pueden acabar.
El petróleo, por ejemplo, tardo millones de años en formarse en las
profundidades de la tierra, y una vez que se utiliza ya no se puede recuperar.
Si se sigue extrayendo petróleo del subsuelo al ritmo que se hace en la
actualidad, existe el riesgo de que se acabe en algunos años.
La mejor conducta ante los recursos naturales no
renovables es usarlos los menos posible, solo utilizarlos para lo que sea
realmente necesario, y tratar de reemplazarlos con recursos renovables o
inagotables.
Los principales recursos naturales no
renovables son:
los minerales
los metales
el petróleo
el gas natural
depósitos de aguas subterráneas
Todos estos recursos naturales afectan aunque sean un
poco al ambiente o a nuestro mundo por esto es que tratamos a este tema como
importante justificando por qué lo elegimos.
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
Hace millones de años que el hombre
apareció sobre la Tierra. Desde entonces hasta ahora ha obtenido de la Tierra
no sólo alimento, sino una serie de materiales que le han permitido vestirse, construir
su vivienda y fabricar las herramientas con que había de trabajar. Todo
el conjunto de los elementos que el hombre puede obtener y aprovechar de la
Tierra recibe el nombre de recursos naturales. Dentro de la amplia gama de
recursos que existen en la Tierra, podemos hacer una clasificación basándonos
en la posibilidad de agotamiento de dichos recursos. Así, clasificaremos los
recursos naturales en recursos renovables y recursos no renovables.
Los recursos renovables
Los recursos renovables son aquellos que se regeneran con bastante rapidez: madera, peces, etc., (siempre y cuando las técnicas de captura o talado sean adecuadas). Dentro de los recursos naturales renovables podemos englobar a todos aquellos que, aunque sean utilizados por el hombre durante un período, más tarde vuelven a aparecer sobre la Tierra. Son recursos naturales renovables, por ejemplo, las plantas que el hombre toma para alimentarse. Sin embargo, un uso desmedido de los recursos renovables puede llegar a producir un agotamiento de los mismos. Los animales, por ejemplo, necesitan determinado tiempo para reproducirse. Si el hombre no respeta este período, los animales no podrán reproducirse y acabarán extinguiéndose.
Los recursos no renovables
Los recursos no renovables son aquellos cuya velocidad de regeneración es nula o casi, para la percepción humana. Se llama recursos no renovables a todos aquellos que han precisado de millones de años para llegar a formarse: los minerales, por ejemplo, son recursos naturales no renovables. Para su formación han tenido que pasar millones de años y, una vez consumidos, no vuelven a aparecer. Además de los minerales, son muchos los recursos naturales que no son renovables. Entre éstos se encuentran las fuentes de energía como el carbón, el gas o el petróleo.
Los recursos renovables
Los recursos renovables son aquellos que se regeneran con bastante rapidez: madera, peces, etc., (siempre y cuando las técnicas de captura o talado sean adecuadas). Dentro de los recursos naturales renovables podemos englobar a todos aquellos que, aunque sean utilizados por el hombre durante un período, más tarde vuelven a aparecer sobre la Tierra. Son recursos naturales renovables, por ejemplo, las plantas que el hombre toma para alimentarse. Sin embargo, un uso desmedido de los recursos renovables puede llegar a producir un agotamiento de los mismos. Los animales, por ejemplo, necesitan determinado tiempo para reproducirse. Si el hombre no respeta este período, los animales no podrán reproducirse y acabarán extinguiéndose.
Los recursos no renovables
Los recursos no renovables son aquellos cuya velocidad de regeneración es nula o casi, para la percepción humana. Se llama recursos no renovables a todos aquellos que han precisado de millones de años para llegar a formarse: los minerales, por ejemplo, son recursos naturales no renovables. Para su formación han tenido que pasar millones de años y, una vez consumidos, no vuelven a aparecer. Además de los minerales, son muchos los recursos naturales que no son renovables. Entre éstos se encuentran las fuentes de energía como el carbón, el gas o el petróleo.
OBJETIVOS
- Dar a conocer ¿Qué es un recuso renovable?, ¿Qué es un recurso no renovable?
- Saber cual es riesgo que provocamos al no saber utilizar los recursos tanto renovables como no renovables
- Tener en claro los componentes que favorecen a la sociedad, economía, y en el entorno familiar de todo el mundo
- Las actividades en que se utilizan estos recursos.
- Saber cómo son clasificados y de donde provienen.
MARCO TEORICO
Muchos problemas ambientales,
de deterioro y agotamiento de recursos se dan cuando recursos renovables, es
decir, susceptibles de autoregenerarse, corren el riesgo de extinguirse por ser
mal utilizados o mal administrados. Un aspecto escasamente considerado en la
práctica de la explotación de los recursos renovables es que su
autorregeneración está supeditada a que el ambiente en que se encuentran se
mantenga favorable a dicha regeneración y desarrollo. Las especies silvestres,
tanto animales como vegetales, la tierra, el agua y las poblaciones
ictiológicas son los ejemplos clásicos.
Los recursos del mar, en
particular los ictiológicos, pueden normalmente reproducirse y sobrevivir
indefinidamente en tanto que especies siempre y cuando sus existencias, es
decir su población, no se reduzca por debajo de ciertos niveles umbrales más
allá de los cuales la renovación de la población original no es posible.
También puede suceder que el
habitad marino se deteriore por acciones antrópicas de descargas de
contaminantes y materiales inertes vertidos, introducción de especies ajenas,
alteraciones del litoral, cambios en los aportes de aguas continentales,
aumentos de salinidad, etc. Estas intervenciones modifican las condiciones del
medio impidiendo o dificultando la renovación automática de la especie. Si
ambos fenómenos, adversos a la renovación natural de la especie se dan
conjuntamente, el riesgo de deterioro y extinción se magnifica.
En el pasado estos recursos
eran considerados inagotables, la explotación afectaba a una pequeña fracción
del total, sin comprometer su renovación natural. Con los aumentos
de explotación y la ocupación progresiva de los espacios naturales, la sociedad
se ha ido acercando a límites más allá de los cuales la renovabilidad se ve
comprometida, el umbral es entonces claramente perceptible.
Si la tasa de explotación de
un tipo de recursos renovables, es decir, una población, ha sido históricamente
pequeña y su renovación ocurre automáticamente sin necesidad de administración
o intervención humana, dichos recursos podrían considerarse como ilimitados,
infinitos y, por lo tanto, como un bien libre. La mayoría de los recursos del
mar han sido considerados bienes libres. Pero a medida que la explotación del
recurso aumenta los umbrales críticos de renovabilidad se alcanzan. Pero la
sociedad ha internalizado la idea de renovabilidad automática, de infinitud, y
el recurso en cuestión sigue siendo considerado como un bien público; es decir,
que el acceso a su uso es libre. El concepto de bien libre implica que el uso
que cada individuo hace de él no reduce ni la disponibilidad para los demás del
recurso ni el bienestar de los demás. La idea de bien libre o público persiste
tanto en el contexto de los principios, teorías y criterios que orientan su
explotación como en el de los hábitos y la mentalidad del público que guía su
uso.
EL CONCEPTO DE EXTERNALIDADES
Los bienes libres o públicos
son aquellos para los cuales es difícil definir derechos de propiedad, o si
éstos están definidos por algún tipo de normativa.
Los supuestos básicos del
análisis económico tradicional neoclásico son los de competencia perfecta en el
mercado y divisibilidad total de recursos, bienes y servicios. En este contexto
se postula la capacidad del mercado para lograr automáticamente un óptimo
económico en términos de bienestar social u óptimo de Pareto. En este óptimo
toda influencia económica de la conducta de una persona (o de una firma) sobre
el bienestar (o los beneficios o costos) de otra persona (u otra firma) se
trasmite a través del mercado, y concretamente mediante modificaciones de
precios. En
términos más generales, los fenómenos que ocurren fuera del mecanismo del mercado,
pero que afectan la conducta económica, se subsumen en el concepto de
externalidades que pueden ser positivas; economías externas, o negativas;
deseconomías externas.
Múltiples fenómenos de
importantes consecuencias económicas, tales como los problemas ambientales o
los beneficios que derivan de la difusión del conocimiento científico, se
manifiestan como interdependencias directas entre unidades económicas, fuera
del mercado.
La literatura sobre el tema
es abundante. En forma muy simple se define el concepto de externalidades en
términos de la respuesta de un individuo (o una firma) a las consecuencias
externas al mercado, de la actividad de otras. La existencia de un efecto
externo quiere decir que la actividad de una unidad económica repercute sobre
la actividad de otras modificando la conducta de estas últimas. Como estas
interacciones no operan a través del mercado, los beneficios o costos que ellas
provocan no tienen un valor de mercado, es decir, un precio. Según la teoría
neoclásica, una peculiaridad básica de esta interdependencia directa es la no
intencionalidad, es decir, el efecto de las acciones no es deliberado.
Los economistas neoclásicos
descuidaron el tema de las externalidades por considerar que eran excepciones a
la regla, que sus efectos eran despreciables o mínimos, no afectando en forma
significativa el bienestar social. Pero en la realidad los fenómenos de
interdependencia directa son cada vez más frecuentes y evidentes, además no son
ni despreciables ni mínimos. No es posible, por lo tanto, considerarlos como
excepciones. Las externalidades son inherentes al sistema de mercado,
ignorarlas genera decisiones que magnifican las imperfecciones del mercado y
alejan, aún más, al sistema de un óptimo bienestar social.
Una externalidad existe
cuando se dan dos condiciones:
- que el bienestar de un individuo o de una firma se ve afectado por variables cuyas magnitudes son decididas por otras unidades económicas sin consideración alguna por los efectos que causan sobre los demás, y
- el individuo que recibe o sufre externalidades no tiene control sobre las variables elegidas por el agente que las origina, por la simple razón de que esas variables no tienen un valor de cambio o de mercado explícito, es decir, precio.
La solución propuesta
habitualmente consiste en internalizar las externalidades mediante la
asignación de precios a los daños (o beneficios) que surgen de las
interdependencias directas. Los instrumentos gubernamentales utilizados para
internalizar externalidades son: impuestos, multas, subsidios, derechos a
contaminar, derechos de propiedad. La alternativa a ellos son intervenciones o
regulaciones que adoptan la forma de prohibiciones, estándares o normas y
cuotas. Al imponer el gobierno un precio (un impuesto o una multa) al efecto
externo, hace que cada unidad o agente económico esté forzado a considerarlo en
sus cálculos económicos y, por lo tanto, en sus decisiones de producción y
consumo.
Se acostumbra distinguir
entre externalidades públicas y privadas. Las primeras se dan cuando un bien, o
un recurso natural, es usado sin que sea necesario pagar por ello; o cuando el
consumo que un individuo hace de ese bien o recurso no reduce las posibilidades
de su consumo por otros (el aire, el agua de un acuífero). La imposibilidad de
apropiación del bien o recurso suele ir acompañada por la presencia (acceso) de
un gran número de usuarios del bien, o de unidades económicas que originan
externalidades (muchos agricultores explotan un mismo acuífero, muchas flotas
pesqueras explotan un mismo caladero). El bien es público, cualquiera puede
acceder a él. Además, parece existir en el ser humano una propensión innata a
usar al máximo todo aquello que se obtiene sin costos. El esfuerzo de un
individuo por maximizar el uso de un bien público se traduce en la imposición
de un efecto negativo sobre los demás, pero también sobre sí mismo porque
contribuye, por ejemplo, al agotamiento del recurso, con lo cual él mismo se
verá perjudicado. Sin embargo, es difícil determinar el grado de consumo que
cada individuo hace del bien.
Cuando una externalidad es
bilateral o involucra a pocos individuos, y tanto los que causan la
externalidad como aquellos que la sufren son perfectamente identificables, se
habla de externalidades privadas. Es el caso tradicional de aquel que quema
basura en su jardín molestando con ello al vecino. Estas externalidades se
denominan unidireccionales. Se mueven en una dirección determinada entre un(os)
origen(es) conocido(s) o identificable(s) que impone(n) una externalidad en
otro(s) también perfectamente identificable(s). Pero ese tipo de externalidades
son cada vez menos frecuentes.
Por ejemplo, la gestión de
los recursos del mar es muy compleja; los océanos y mares son el habitad de
poblaciones de diferentes especies ictiológicas, de mamíferos y aves; de
especies vegetales que sustentan especies animales superiores como los peces.
Es decir, los océanos son el habitad de una gran diversidad y variedad de
recursos biológicos. Son también, al mismo tiempo, el sumidero donde se vierten
residuos, se descargan basuras y materiales o se depositan contaminantes. Lo
segundo equivale a decir que el ecosistema marino proporciona servicios o
funciones ambientales que inciden en el bienestar social y posibilitan
actividades económicas sin que por ello sea necesario incurrir en desembolsos
monetarios. La capacidad de biodegradación del sistema natural, en este caso de
los océanos, es un servicio público por excelencia, es imposible su
apropiación. Así, los ecosistemas marinos proporcionan gratuitamente, por un
lado, recursos (peces, mariscos, etc.) y, por otro, funciones (o servicios)
ambientales (absorción y biodegradación de residuos). Proporcionan también
otros servicios de esparcimiento, científicos, etc. Todos estos servicios
fluyen al individuo y las unidades económicas al margen del mercado. Pero su
uso intensivo reduce sus capacidades naturales para desempeñar esas funciones
y, al mismo tiempo, aquella de habitad de recursos biológicos.
Tanto la sobreexplotación de
los recursos biológicos (sobrepesca, sobrepastoreo) como de la función de
sumidero de los ecosistemas marinos (por la magnitud, las calidades, las
frecuencias y los efectos sinérgicos de las descargas que reciben) puede, si se
transgreden ciertos umbrales, menoscabar sus capacidades para proporcionar
recursos y servicios o funciones ambientales. En ambos casos se generan
externalidades. Se utilizan en exceso recursos (peces, productividad natural de
los pastizales) y servicios o funciones ambientales (capacidad para absorber y
degradar contaminantes y residuos), lo que tiene efectos negativos sobre el
resto de la sociedad.
Al empeorar la calidad de un
ecosistema, por ejemplo un ecosistema marino, por el abuso que cada uno hace de
la función de sumidero, toda la sociedad sufre los efectos de cada acción
individual; es un caso de externalidades recíprocas.
Un recurso natural es considerado como un recurso no renovable si no puede ser producido, cultivado,
regenerado o reutilizado a una escala tal que pueda sostener su tasa de
consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas o son
consumidos mucho más rápido de lo que la naturaleza puede recrearlos.
Se denominan reservas a los contingentes de recursos que pueden ser
extraídos con provecho. El valor económico (monetario) depende de su escasez y
demanda y es un tema que preocupa a la economía. Su utilidad como recursos
depende de su aplicabilidad, pero también del costo económico y del costo
energético de su localización y explotación. Por ejemplo, si para extraer el
petróleo de un yacimiento hay que invertir más energía que la que va a
proporcionar no puede considerarse un recurso. Como es también el carbón y la
madera. Algunos de los recursos no renovables son: petróleo, los minerales, los
metales, el gas natural y los depósitos de agua subterránea, siempre que sean
acuíferos confinados sin recarga.
La contabilidad de las reservas produce muchas disputas, con las
estimaciones más optimistas por parte de las empresas, y las más pesimistas por
parte de los grupos ecologistas y los científicos académicos. Donde la
confrontación es más visible es en el campo de las reservas de hidrocarburos.
Aquí los primeros tienden a presentar como reservas todos los yacimientos
conocidos más los que prevén encontrar. Los segundos ponen el énfasis en el
costo monetario creciente de la exploración y de la extracción, con sólo un
nuevo barril hallado por cada cuatro consumidos, y en el costo termodinámico
(energético) creciente, que disminuye el valor de uso medio de los nuevos
hallazgos
CONCLUSIONES
Los recursos renovables como
los no renovables son herramientas muy primordiales para todos los aspectos
tanto sociales empresariales hasta en el mismo núcleo familiar, así como nos
pueden beneficiar como dichas herramientas, también al mismo tiempo nos
perjudican a nivel ambiente pues todas las acciones en que empleamos los
recursos naturales nos llevan a la contaminación; tal vez piensen que solo es
un poco de una sola persona o familia, pero esta contaminación de una familia
lo provocan más de 250000000 personas causando un mayor impacto contaminante.
TABLA COMPARATIVA
Recursos renovables
Caracterizticas
|
ejemplos
|
Recursos no renovales
|
ejemplos
|
son aquellos que se puedes
volver a utilizar
|
la luz solar
|
solo se usan una vez y ya no
los vuelves a usar
|
carbón, los metales
los minerales
el gas natural
|
solo se usan una vez y ya no
los vuelves a usar
|
el
viento
|
el petroleo que lo usas 1
ves en el coche con la gasolina y ya no vuelves a usar
|
petróleo
|
son aquellos que la
naturaleza nos permite volver a regenerarlos
|
las olas del mar
|
por la naturaleza de su
origen,
|
plata,
|
cobre,
|
|||